miércoles, 9 de marzo de 2011

Calatayud. La ciudad de los encuentros.

CALATAYUD,  heredera de la Celtiberia y de la romanizada Bílbilis, fue fundada, según la tradición en el año 716 por el emir Ayyub inb Aviv Lajmi y se levantó en un territorio ya habitado desde hacía siglos. Los restos de cinco castillos, destacando la del Castillo Mayor ó Castillo de Ayub, hablan de un pasado en el que convivieron las culturas árabe, judía y cristiana. Las torres mudéjares nos indican que vamos a encontrarnos un casco antiguo repleto de hermosos monumentos religiosos y civiles.

Actualmente la ciudad cuenta con unas comunicaciones envidiables tanto por carretera (autovías) como por ferrocarril (AVE) y está dotada de todo tipo de servicios.
Tiene, además unos alrededores de gran interés. A pocos kilómetros podemos disfrutar del yacimiento arqueológico de Bílbiles, con restos de unas termas y de un teatro (fuente: José Verón Gormaz, cronista oficial).

Por ello quiero dejar una muestra de lo que vieron mis ojos y disfrutaron nuestros sentidos en este viaje:

En primer lugar una vista desde la Plaza del Fuerte, de los restos de castillo de Ayub, entre las fuertes ramas de los árboles, como si lo levantaran en el aire.
En esta Plaza del Fuerte existe un templete bajo el cual se encuentra la Oficina de Información.



La bella Iglesia de San Juan el Real, levantada en el S.XVII, es de factura barroca. El crucero se cierra con cúpula sobre pechinas, decoradas por lienzos pintados por el gran Francisco de Goya , representando a los cuatro Padres de la Iglesia.






Al entrar , nos soprendió el agradable y escalofriante sonido de un órgano. Pensé que era una grabación, pero no, allí estaba el organista ofreciéndonos algo de su repertorio. Un órgano catalogado como uno de los mas importantes de Aragón.
Y ahora, una de mis fotos preferidas:

Vista desde uno de los dos oratorios a los lados del altar. Me llamó la atención el silencio del que se disfrutaba desde este lugar y la vista total del interior de la Iglesia.


De la Iglesia de San Andrés, destaca su torre mudéjar de planta octogonal. El interior, frío, conserva su fisonomía mudéjar, a pesar del colorido del techo.



El interior no pude fotografiar, por respeto a la celebración que había en aquel momento, pero el techo tenía unos tonos rojizos que no me gustaban.

Una pena que no pudimos visitar la Colegiata de Santa María la Mayor , por estar en restauración. De estilo protobarroco. De su parte mudéjar se destaca el claustro y la gran torre octogonal de 68m. de altura. Pero sobre todo destaca la portada, labrada íntegramente en alabastro y que actualmente está tapada, que es la foto que presento.





También tuvimos la suerte de disfrutar de la Colegiata del Santo Sepulcro , de bella factura, construida en el 1156 y reconstruida después en el S.XVI.







Tambien pudimos ver, en este caso solo por fuera, la portada y torre de la iglesia San Pedro de los Francos, en la que en 1481 fue proclamado príncipe heredero D. Fernando, mas tarde Fernando el Católico. La torre está un poco inclinada.


Frente a esta iglesia pudimos ver y disfrutar de la bella escalera del Palacio del Barón de Warsage, actualmente el casino de la ciudad:



En unas horas es difícil ver todo Calatayud. Sí que hicimos una parada en su Plaza de España, para tomar un chocolate con churros (por cierto, el chocolate espeso, pero los churros fríos). Plaza porticada al estilo aragonés, donde se situaba el núcleo mercantil (zoco) musulmán y en la que la mayoría de las casas son del S.XVII. En ella se ve tambien la Antigua Casa Consistorial y se nota una inclinación extraña en sus edificios:









Y tambien vimos, con cierto disgusto, como algunos edificios al lado de estos monumentos, destacan por su color. Es cuestión de gustos:




Y como remate, el famoso mesón de La Casa de la Dolores:



Y como broche de oro, una vista mas cercana del Castillo de Ayub, que da nombre a la ciudad
( Qal'alt Ayyub)



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